Muchas cosas me impactaron de mi viaje a Mauritania. La que más, mi experiencia con los niños del orfanato NAD, situado en la ciudad de Nouadhibou. He vuelto con muchas ganas de volver a verlos, ha sido una semana con ellos, pero los echo de menos. Sus risas, juegos y su inmensa gratitud me han creado un compromiso con ellos. Ya están dentro de mi entorno aunque en la distancia. Ahora espero que llegue el momento de poder verlos de nuevo y que sus risas invadan todo mi ser.
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